VOX POPULI CUNDINAMARCA - marzo 26, 2020.
Así será la ceremonia de indulgencia plenaria
En una ceremonia transmitida desde el Vaticano, este viernes 27 de marzo a las 12 del mediodía hora de Colombia, tras un momento de oración con la Palabra de Dios y la adoración al Santísimo Sacramento, en el atrio de la Basílica de San Pedro con la plaza vacía, el Papa Francisco impartirá la Bendición Urbi et Orbi, reservada para circunstancia especiales, que solo se concede el domingo de Pascua y en navidad (el 25 de diciembre). Además, se ofrecerá la posibilidad de obtener la indulgencia plenaria.
“Es completamente excepcional que el Papa haga esta bendición fuera de las festividades mencionadas, lo que significa que es un recurso especial al amor de Dios, es la garantía de su presencia y de su aliento en este momento difícil”, explicó monseñor Elkin Fernándo Álvarez Botero, obispo auxiliar de Medellín y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia.
El prelado agregó: “que recibamos la bendición con fe quiere decir que contamos con la gracia y el amor de Dos para superar esta adversidad”.
El anuncio de esta gracia espiritual, en momentos en el que el mundo afronta una de las peores crisis humanitarias del último tiempo a cuenta de la pandemia del coronavirus, fue hecho por el Santo Padre al finalizar el rezo del Ángelus el pasado domingo 22 de marzo.
¿Cómo lograr la Indulgencia Plenaria?
La Penitenciaría Apostólica de la Santa Sede, por medio de un decreto del 19 de marzo firmado por el penitenciario mayor, cardenal Mauro Piacenza, y autorizado por el Papa Francisco, establece que “se concede la Indulgencia plenaria a los fieles enfermos de Coronavirus, sujetos a cuarentena por orden de la autoridad sanitaria en los hospitales o en sus propias casas”.
Para que se conceda la indulgencia, los beneficiarios deben unirse espiritualmente, “con espíritu desprendido” “a través de los medios de comunicación a la celebración de la Santa Misa, al rezo del Santo Rosario, a la práctica piadosa del Vía Crucis u otras formas de devoción, o si al menos rezan el Credo, el Padrenuestro y una piadosa invocación a la Santísima Virgen María”.
Además, deben ofrecer “esta prueba con espíritu de fe en Dios y de caridad hacia los hermanos, con la voluntad de cumplir las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del Santo Padre), apenas les sea posible”.