La riesgosa travesía de los cajiqueños en busca de agua

La riesgosa travesía

Varias han sido las formas en que los cajiqueños han manifestado su inconformidad respecto a la mala calidad del servicio de acueducto, sin embargo, según ellos ninguna ha funcionado, por lo que en las últimas horas habitantes del municipio han optado por documentar la riesgosa travesía que tienen que llevar a cabo para obtener el líquido. Esto con el fin de llamar la atención de la administración municipal.

En el video, que fue publicado a través de redes sociales, se observa como un habitante de la zona rural del municipio, quién asegura que su vereda lleva cerca de un mes sin el suministro del líquido, se ve obligado a emprender un viaje en moto hasta el área limítrofe entre Cajicá y el municipio de Tabio para extraer el agua de un río de la zona.

Según el hombre, él y su familia no son los únicos que realizan esta maratónica travesía en busca del preciado líquido, pues asegura que la situación, también ha afectado a los habitantes de las veredas de Chuntáme, Santa Inés, Aguanica, entre otros, quienes según la denuncia, han sido abastecidos por medio de carro tanques que les cobran el servicio.

Durante la travesía se puede observar como de una rudimentaria e improvisada línea de vida, las personas bajan una empinada pendiente para luego caminar durante varios kilómetros por una trocha hasta acceder al río y en medio de una peligrosa maniobra se paran sobre las piedras a lado del rio a llenar los bidones.

Para luego, apelando a la fuerza y al equilibrio, poder colocarlos a un costado del río, una vez obtenida el agua, deben repetir la travesía en camino de vuelta a la carretera, pero esta vez con agua al hombro, y las veces que sea necesario, hasta lograr llevarse consigo la totalidad del líquido recolectado.

Al final, esa agua les garantizan el abastecimiento durante por lo menos una semana, semana en la que ese líquido de color turbio no les servirá, sino para lavar los platos, descargar los baños y limpiar sus casas, pues aseguran que el agua que destinan a la preparación de sus alimentos la deben comprar ellos mismos cada semana, como bien lo dice, Danilo Praga, protagonista del video “así no hay bolsillo que resista”.

La riesgosa travesía