La situación se presentó este jueves 13 de febrero en Zipaquirá. Un par de personas particulares parquean una vieja camioneta tipo platón sobre el costado sur de la calle décima, frente a la sede de la Unidad Funcional del Hospital Universitario de La Samaritana.
Para acometer su obra no se requiere más que unos elementos comunes, y eso sí, muy buena actitud y optimismo. Una pala, una pica, un tarrito de un galón (puede ser plástico), y por supuesto, una gorrita.
A renglón seguido, hacen una intervención sobre la vía, una especie de reparcheo, con un material y en unas condiciones que seguramente no son los más apropiados, ni los más seguros, puesto que la manualidad puede incluir el uso de cilindro de gas.
De manera rudimentaria también, hacen la señalización de la zona que van a intervenir. En este caso en los dos sentidos de la vía. De dónde salió ese material no sabemos, quienes son estas personas o por qué se dedican a esta práctica, tampoco.
Posterior a ello, ponen la misma gorrita con la que se protegían del sol, para pedir el apoyo de los usuarios de la vía, como recompensa por lo que han hecho. Algunos, sin dudar, les aportan.
Una sencilla pregunta que a cualquiera se le puede ocurrir es si realmente estas intervenciones constituyen un aporte, un beneficio, o si se trata más bien de una especie de deterioro, daño o uso inapropiado o inadecuado del espacio público con fines de lucro personal.
Otra sencilla pregunta, es si este tipo de intervenciones tienen algún doliente, si a alguien le corresponde vigilar lo que sucede sobre las vías urbanas, o a alguien le parece importante poner vigilancia a este tipo de actuaciones.
¿Quién será el doliente, qué entidad tiene las atribuciones, las facultades o las competencias?
Hoy sucede en este sector de Zipaquirá, pero con toda certeza que muchos lo han visto en otros sectores, tal vez en otros municipios, en otras regiones y “en otros países”.
Algunos le pueden atribuir la situación al denominado rebusque, y así tal vez pueden justificar un tipo de trabajo informal. Lo cierto es que ocurre a la luz del día, en pleno centro de la ciudad saliera, en un sitio concurrido por centenares de usuarios del hospital, y sobre la vía pública, la misma que ya presenta una condición precaria y un alto grado de deterioro.
Posiblemente esta no sea la última vez que lo veamos, por eso tal vez lo registramos.
Esta web usa cookies.
Read More