Habitantes de la vereda El Tunal en Zipaquirá se pusieron las botas para arreglar su propia vía

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En medio de aplausos y gritos de euforia vecinos de la vereda El Tunal en Zipaquirá inauguraron el pasado domingo 4 de junio la placa huella que conecta a su municipio con el vecino de Tocancipá.

La intervención, que fue gestionada por la comunidad de la vereda El Tunal, contó con un aporte por parte de los vecinos, cercano a los 40 millones, que fueron dados en forma de donaciones de dinero y materiales como cemento y bigas. Así mismo, la obra contó con un aporte de alrededor de 41 millones de pesos por parte del IDACO (Instituto Departamental de Acción Comunal de Cundinamarca).

En total fueron 76 metros de placa huella, de un ancho entre 5 y 8 metros los que se instalaron, y para los que los residentes de la zona además aportaron su mano de obra sin recibir nada a cambio, entre los colaboradores hubo tanto vecinos con experiencia en construcción, como vecinos que sin conocimiento previo decidieron asumir el reto.

Todo bajo la supervisión de un ingeniero y varios obreros que fueron contratados con el presupuesto que se logró recolectar por parte de la comunidad.

De acuerdo con Norma Gómez, representante legal de la Junta de Acción Comunal del Tunal, se trataba de un tramo de vía que siempre había estado en mal estado, pero que tras la instalación de la placa huella de la fuente se deterioró aún más, por lo que a pesar de que continuamente se lo intervenía con recebo, que se obtenía tanto con ayuda de la administración local, como con autogestión de los vecinos, las mejoras no duraban mucho tiempo.

Por lo que luego de intentar por varios años sin éxito, obtener recursos para el mejoramiento de la vía, aplicando a convocatorias del Banco de Proyectos, del Ministerio del Interior y con distintas alcaldías, los residentes del sector decidieron ponerse las botas y los cascos y con personal contratado con sus propios recursos y sus propias manos, para intervenir la vía.

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